Manual de supervivencia de Sofía para el 8M

Manual de Supervivencia de Sofía para el 8M

(O cómo ser niña o adolescente en el siglo XXI sin perder la paciencia en el intento)

Ser niña o adolescente hoy en día es toda una aventura. Hay días en los que te sientes imparable y otros en los que el mundo parece lleno de pantallas de “acceso denegado”. Así que, después de mucha observación (y alguna que otra conversación con Ludo sobre lo injusto que es que su ropa tenga más bolsillos que la mía), aquí dejo mi manual de supervivencia para el 8M.

1. Aprende a detectar las trampas del "puedes ser lo que quieras"

Sí, nos lo repiten mucho. Pero, curiosamente, cuando decimos que queremos ser astronautas, programadoras, mecánicas o presidentas, nos miran raro. Como aquella vez que le dije a un profe que quería ser directora de cine y me sugirió que mejor fuera actriz, "que es más natural en las chicas". Claro, porque dirigir películas es algo que solo se puede hacer con un bigote y una pipa en la mano.

2. Sé una niña fuerte, pero sin pasarte

Nos dicen que seamos valientes, seguras, que hablemos claro… pero si lo hacemos demasiado, resulta que somos “mandonas”, “intensas” o que “parece que estamos siempre enfadadas”. Lo curioso es que, cuando Ludo dice exactamente lo mismo, le llaman "líder". No digo nada y lo digo todo.

3. No hagas caso al “no seas exagerada”

Si dices que te han tratado diferente por ser chica, te dicen que exageras. Si te quejas porque tu ropa tiene menos bolsillos que la de Ludo (sí, sigo con esto, pero es que ¿por qué?), te dicen que exageras. Si pides igualdad, te dicen que ya la tienes. Y si te indignas por algo, es que “estás en esos días”. A veces, parece que lo único que podemos hacer sin exagerar es quedarnos calladas. Y eso sí que no.

4. Rodéate de tu tribu

Porque juntas somos imparables. Porque cuando una dice “esto no es justo”, otra responde “lo sé, a mí también me pasa” y, de repente, lo que parecía un problema personal se convierte en algo que hay que cambiar en sociedad. Porque si alguna vez dudas de ti misma, tener amigas que te recuerden lo fuerte que eres es un superpoder. Y porque, en un mundo que a veces intenta enfrentarnos entre nosotras, apoyarnos es el mayor acto de rebeldía.

5. Y si todo falla vuelve a intentarlo

El mundo no cambia de la noche a la mañana. A veces, parecerá que damos un paso adelante y dos atrás. Como cuando en la tele dicen que las mujeres pueden hacer lo que quieran y, al minuto siguiente, ponen un anuncio de detergente en el que solo salen madres felices de fregar. Pero cada avance, cada puerta que abrimos, cada derecho que defendemos es un regalo para las que vienen después. Y si nosotras estamos aquí gracias a quienes lucharon antes, imaginad lo que podremos hacer por las que vendrán.

Así que, este 8M, marchamos por nosotras, por las que estuvieron y por las que vendrán. ¡Nos vemos en las calles, en los libros, en los espacios que nos pertenecen!