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El deseo de maternar más allá de la biología: mi experiencia como madre acogedora

Actualizado: 20 feb

Desde pequeña, supe que quería ser madre. Con los años, este deseo fue ascendiendo y descendiendo en mi escala de prioridades. Además, a lo largo de mi infancia y adolescencia, descubrí que la maternidad también puede construirse de otras maneras. Finalmente, se hizo realidad con mis hij@s biológicos.


Años más tarde, el acogimiento familiar llegó a mi vida como una decisión consciente, una manera de ofrecer estabilidad y amor a una niña que lo necesitaba. Sin embargo, no todas las personas comprenden esta elección.


Durante este tiempo, escuché preguntas y comentarios como:

  • “¿Para qué te complicas la vida?”

  • “Si tus hij@s ya son mayores, ¿por qué volver a empezar?”

  • "¿No es una irresponsabilidad con todo lo que tienes en casa?”

  • "Pero si al final os la quitarán...”


Comprendo que estas preguntas suelen venir desde la curiosidad o el desconocimiento, y por eso quiero compartir mi experiencia y reflexionar sobre algunos de los mitos que existen en torno al acogimiento.


Desmontando mitos sobre el acogimiento
  • “¿No te duele que sea temporal?”

Es cierto que el acogimiento puede ser temporal, pero, ¿acaso los hij@s biológicos no crecen y se van? La maternidad no es posesión, es acompañamiento.

  • “Si ya puedes disfrutar de tu libertad, ¿por qué volver a criar?”

La sociedad espera que, cuando las criaturas crezcan, sobre todo las madres, “recuperemos nuestra libertad”. Pero cuidar es una elección (o así debería serlo), no una carga de la que haya que liberarse.

  • “¿No es difícil la relación con la familia biológica?"

El acogimiento no se trata de “competir” por los menores, sino de cuidarlos mientras sus familias no pueden hacerlo. En nuestro caso, la relación ha sido un proceso, pero lo prioritario es centrarnos en el bienestar de nuestra hija de acogida.


La importancia del acogimiento familiar

El acogimiento es una medida de protección infantil que permite que niñ@s que no pueden vivir con su familia biológica crezcan en un ambiente seguro y afectivo. Estudios demuestran que:

  • El vínculo afectivo en el acogimiento es clave para el desarrollo infantil ( Harvard ).

  • Las familias acogedoras crean lazos igual de sólidos que los biológicos ( Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención ).

  • El contacto con la familia biológica mejora la estabilidad emocional ( Child Welfare Information Gateway ).


Conclusión

El deseo de maternar o paternar no siempre se vive de la misma manera. Para mí, el acogimiento ha sido una forma de ejercer la maternidad desde el amor, sin posesión y con la certeza de que todo lo que damos a nuestra peque la acompañará siempre, sin importar cuánto tiempo esté con nosotros.


  • Si alguna vez has sentido que te cuestionaban por tus decisiones familiares, cuéntamelo en los comentarios.

  • Si crees que es importante visibilizar otras formas de maternidad y paternidad, comparte este post.



 
 
 

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